Andalucía comienza febrero con un compromiso formal en aras de su competitividad empresarial gracias al Pacto Andaluz por la Industria, que el pasado lunes 30 de enero veía la luz en el Palacio de San Telmo en Sevilla.

Un acuerdo firmado por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, acompañada por el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, la secretaria general de UGT, Carmen Castilla y el secretario general de CC OO, Francisco Carbonero, que prevé movilizar más de 8.000 millones de euros y alcanzar los niveles de empleo del sector industrial previos a la crisis.

El Pacto Andaluz por la Industria, enmarcado hasta 2020, nace de la colaboración público-privada con cinco grandes objetivos: Desarrollar el tejido industrial andaluz; aumentar el empleo industrial y mejorar su estabilidad; Reforzar la innovación en la Industria; Impulsar la internacionalización en empresas industriales y Promocionar la cooperación entre empresas, agentes del sistema regional de innovación y administraciones. Estos cinco pilares marcan una línea de actuaciones de movilización de capital entre Administraciones Públicas, sindicatos y empresas de la Comunidad, para revertir los efectos que la crisis ha dejado en el sector, que anteriormente empleaba a cerca de 533.000 trabajadores.

Así, este pacto busca situar el impacto de la industria andaluza respecto al VAB autonómico en un 18% y mitigar dejar atrás progresivamente la cifra actual de 300.000 empleados. Para ello, el documento plantea 52 medidas que abarcan aspectos tan diversos como la formación profesional, la proyección exterior, la gestión del talento, la innovación social, la tecnología o el desarrollo de las infraestructuras.

El acuerdo persigue aumentar en un 20% las empresas de entre 10 y 50 trabajadores, además de reducir en un 5% la intensidad energética (relación entre el consumo y la producción), en un 10% la tasa de temporalidad laboral y en un 30% la de accidentes graves y mortales. Otros objetivos del pacto son el incremento en un 50% del número de solicitudes de patentes nacionales, la duplicación del porcentaje de empresas del sector industrial incorporadas al mercado digital, o el aumento en un 20% el número de empresas con volumen de exportación superior a los 50.000 euros anuales.

Susana Díaz refrendaba la importancia estratégica del acuerdo: "Andalucía debe crecer en los sectores que generen empleo de calidad y que nos hagan más fuertes" en un día que consideraba "importante para Andalucía". Consideraciones en línea con el presidente de la CEA, Javier González de Lara, quien considera que la firma de este acuerdo como "un paso adelante en el desarrollo del tejido empresarial andaluz", exponiendo que "cuando apostamos por la industria apostamos por el empleo de calidad, estable, integrado por personas cualificadas".

Desde los sindicatos, el secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, ha calificado el Pacto "de ambicioso pero realista y ejecutable" y ha dejado claro que la prioridad de CCOO será "que mejoren el empleo y las condiciones de trabajo y vida de los andaluces". Por su parte, Carmen Castilla, secretaria general de UGT-A. reconocía la importancia de estas medidas, pero no se olvidaba de otros asuntos pendientes: "el Pacto Andaluz por la Industria y su firma no pueden ser entendidos como un fin en sí mismo, sino como un paso más en la necesidad de dotarnos de un esqueleto de medidas políticas que, junto a las legislativas, nos pongan, de una vez por todas, a trabajar de forma coordinada y consensuada por el desarrollo industrial de nuestra tierra. Sin industria no hay crecimiento". 

La firma del Pacto Andaluz por la Industria congregó a 350 personas, dándose cita en el Palacio de San Telmo representantes políticos, sindicatos, organizaciones empresariales industriales, organizaciones agrarias, entidades financieras, representantes de las universidades, autoridades portuarias, colegios profesionales, diputados y una nutrida representación de empresas líderes de la Región.