Las empresas internacionales manufactureras vuelven a localizar su producción en los países desarrollados
En la revista The economist salió publicado hace dos semanas un artículo sobre un estudio realizado por la empresa Boston Consulting Group acerca de que cada vez las multinacionales ven menos rentable instalar sus plantas de producción en países emergentes y deciden quedarse en casa.Esto nos muestra un cambio de tendencia que cada vez constatamos más en el mercado, donde se está produciendo un regreso de las manufacturas a los países industrializados, como si fuera un efecto boomerang del proceso de globalización de la ecomonia. Varias son las razones para tomar este tipo de decisiones:
- La economía de la globalización está cambiando rápidamente como consecuencia de la fuerte crisis económica que se está produciendo en los países industrializados fundamentalmente.
- Los salarios en los países en vías de desarrollo están aumentando de forma considerable. Por ejemplo, los salarios de los trabajadores de las fábricas en China, se elevaron en un 69% entre 2005 y 2010.
- Cuando los precios del petróleo se disparan, el transporte resulta más caro y reduce drásticamente los márgenes de estas fábricas.
- Las largas cadenas de suministro complejas resultan ser un riesgo elevado para las empresas, a la vez que un coste importante. Este hecho se ha aflorado de manera evidente como consecuencia del terremoto en Japón que ha provocado paradas en cadenas de fabricación de todo el mundo por el solo hecho de faltar un pequeño porcentaje de las piezas de fabricación.
- Apreciación del yuan frente al dólar, y de manera indirecta frente a todas las monedas. Esta tendencia se mantendrá en los próximos meses.
- Las empresas también están tratando de reducir sus costos de inventario. Ya que por ejemplo la importación de China a los Estados Unidos puede exigir a una empresa 100 días de inventario, si no quiere tener rupturas de stock.
- Cada vez más, tiene mayor sentido hacer las cosas en una variedad de lugares, no realizar toda la actividad en países emergentes, y sobretodo fabricar cerca de los mercados demandantes para tener una mayor flexibilidad, rapidez de respuesta y menor coste de transporte.
A partir de estas reflexiones, cada cual puede extraer sus propias conclusiones, pero lo que está claro es que se está produciendo un movimiento muy importante que puede desembocar en un cambio sustancial de los efectos de la globalización de la economía en el futuro inmediato.
