1. Diseño para la durabilidad, reutilización y reciclabilidad: Los productos se diseñan teniendo en cuenta su longevidad y la facilidad con la que pueden ser reparados, reutilizados y reciclados al final de su vida útil.


2. Uso de materiales renovables y reciclados: Se prioriza el uso de materiales que sean renovables o que provengan de fuentes recicladas, reduciendo así la dependencia de recursos naturales finitos.


3. Procesos de producción eficientes: Se optimizan los procesos de fabricación para minimizar el desperdicio de materiales y energía. Esto puede incluir la adopción de tecnologías limpias y la mejora continua de los procesos.


4. Modelos de negocio innovadores: Se desarrollan nuevos modelos de negocio que promuevan la circularidad, como el alquiler, la suscripción, la reventa y el servicio de productos en lugar de la venta directa.


5. Gestión de residuos: Se implementan sistemas para la gestión y el reciclaje eficiente de residuos, asegurando que los materiales al final de su vida útil se reintegren en el ciclo productivo.


6. Colaboración y asociación: Se fomenta la colaboración con otras empresas, gobiernos y organizaciones para crear sinergias y facilitar la implementación de prácticas circulares a lo largo de toda la cadena de valor.


7. Educación y capacitación: Se educa y capacita a los empleados y consumidores sobre los beneficios y prácticas de la economía circular, fomentando una cultura de sostenibilidad.

La economía circular supone un pilar estratégico para las empresas innovadoras, provocando la reducción de costes de producción, la generación de residuos, y el uso más eficiente de los recursos.

Nuestro departamento técnico te ayuda a rentabilizar tus inversiones, rellena nuestros formularios para un diagnóstico gratuito: