Inteligencia Artificial: ¿Qué nos diferencia?

 

Las últimas décadas han significado una evolución inmensurable para el mundo de la tecnología y la informática. Los pasos son agigantados y cada pocos meses nos encontramos con avances que reestructuran el panorama digital mundial. Últimamente hay un concepto que se ha instalado en todas las conversaciones y que ha llegado para quedarse: hablamos de la Inteligencia Artificial.

 



 

El primer científico en acuñar este término fue John McCarthy en el 1950 y, aunque hay incontables científicos que la han definido, se puede sintetizar como: un sistema computacional que, a través de algoritmos, pueden coordinar modelos dirigidos a bucles para realizar procesos que, en principio, requieren razonamiento, aprendizaje y autocorrección. Con ello puede incluso resolver problemas que sobrepasan a las habilidades humanas.

Su funcionamiento se divide en reglas de programación, técnicas que permiten que los algoritmos aprendan y mejoren con el tiempo (Machine Learning), y un “pensamiento” que permite desarrollar un pensamiento no lineal (Deep Learning).

 

La Inteligencia Artificial se puede implantar en todos los sectores y funciones, desde permitir una asistencia de voz para ayudar a los usuarios, medir los resultados en las redes sociales, detectar posibles oportunidades de negocio e incluso en la financiación pública, localizar las posibles convocatorias de subvenciones.

 

Los organismos públicos reconocen la importancia de esta nueva herramienta y están facilitando a las empresas su incorporación a través de ayudas y subvenciones para mejorar su rentabilidad. Entre las convocatorias actuales, destacamos los Programas de ayudas <<Inteligencia Artificial Aplicada>> 2023.

 



 

Ventajas de la IA


Además de su transversalidad, la aplicación de la Inteligencia Artificial supone una serie de ventajas interesantes:

  • Mayor disponibilidad a datos masivos

  • Desarrollo de algoritmos de aprendizaje automático

  • Avances en hardware

  • Adaptación completa en la industria

  • Potenciar las tareas creativas

  • Reducir el error humano

  • Mantenimiento predictivo, entre muchas otras


 
Es necesario establecer marcos regulatorios claros y fomentar la transparencia y la responsabilidad en el desarrollo y uso de la IA.

 

Por otra parte, la IA plantea interrogantes éticos y de privacidad. El uso de datos masivos para entrenar sistemas de IA plantea preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de la información personal. También surgen cuestiones éticas relacionadas con la toma de decisiones automatizadas y la posibilidad de sesgos algorítmicos. Es necesario establecer marcos regulatorios claros y fomentar la transparencia y la responsabilidad en el desarrollo y uso de la IA.

 

El avance de la Inteligencia Artificial es indudable y, como prueba, hemos preguntado a la IA qué opinaba sobre sí mismas, concretamente a la plataforma Chat GPT, y ha contestado con el anterior párrafo. La capacidad de la inteligencia artificial para imitar el comportamiento humano es cada vez más evidente, aunque, de momento, aún les queda un largo camino.

 

Resolviendo la primera cuestión, aunque la IA esté en constante evolución, el ser humano es demasiado complejo como para que la IA cumpla una función más allá de suponer una herramienta útil, como lo son actualmente los buscadores en internet o las redes sociales.