Electromovilidad: la movilidad del presente
PERTE VEC
Es indiferente el sector para el que trabajemos: la electromovilidad se ha convertido un tema de peso de forma transversal.
Con una realidad que se encuentra en constante cambio, uno de los principales factores de decisión es el estado del medioambiente y la transición hacia una sociedad más sostenible. Este nuevo paradigma pone en el centro la acción del sector privado, cuya integración en su plan de negocio de los objetivos estratégicos europeos es vital para conseguir un cambio real.
Este escenario convierte la inversión en electromovilidad en uno de los pilares básicos de la innovación. Desde la mejora de los sistemas de conducción autónoma de los vehículos eléctricos hasta la mejora de la eficiencia de los sistemas de consumo eléctrico, los proyectos más ambiciosos en el sector de los automóviles pasan por incorporar la electromovilidad a sus diseños. Los vehículos eléctricos no solo son un punto de interés a nivel europeo, la creciente preocupación por el efecto de los combustibles en el medio ambiente, sumada a las acciones por parte de la Administración para incentivar la compra responsable de vehículos, ha provocado que los consumidores den un giro a sus preferencias de compra:
El 78% de los españoles prefieren los coches eléctricos o híbridos a los de gasolina o diésel.
Banco Europeo de Inversiones, 2022.
El objetivo de marcar el vehículo eléctrico como un eje estratégico de la política internacional es conseguir que se produzca un cambio real a largo plazo: sustituir el vehículo tradicional por otra opción que genere menos emisiones, ayudando, entre otras, a reducir la contaminación de las ciudades a la par que se mejora la calidad del aire.
Un estudio de Geotab, la firma especializada en movilidad conectada y electrificación de flotas, indica que alrededor del 60% de los vehículos de flotas europeas podría transformarse en vehículos totalmente eléctricos, apuntando además que esto supondría un ahorro total de 261 millones de euros a lo largo de siete años y de 156.000 toneladas de vertido de CO2.
Aunque aún queda mucho camino por recorrer en cuanto a las comodidades del vehículo eléctrico se refiere (las estaciones de carga, el tiempo que tarda el vehículo en poder volver a circular…), las subvenciones y ayudas estatales, gracias a los Fondos Next Generation, están suponiendo un avance rápido y significativo para la industria del automóvil eléctrico, impulsando el aumento de la inversión en las cadenas de producción y en los métodos de investigación para avanzar en la mejora de estos vehículos.
Convocatorias recientes como la del Perte VEC o el Plan Moves, en cualquiera de sus segmentos, son prueba de que la inversión europea es necesaria para seguir avanzando en el desarrollo de la electromovilidad a nivel empresarial y social hasta conseguir que prime un sistema sostenible.
Si quieres conocer todos los detalles sobre las ayudas públicas, puedes consultar nuestro apartado de convocatorias.