La Comisión propone una patente única europea, que será válida en 25 Estados miembros y permitirá abaratar un 80% los costes actuales de las empresas

La Comisión propone una patente única europea, que será válida en 25 Estados miembros y permitirá abaratar un 80% los costes actuales de las empresas. Actualmente, el procedimiento de obtención de una patente es complejo y costoso. Una vez expedida por la Oficina Europea de Patentes, debe validarse en cada Estado miembro en que el inventor quiera proteger su invento. Además de los trámites administrativos, este procedimiento supone importantes gastos de traducción. Para proteger un invento en toda la UE, una empresa debe desembolsar hasta 32.000 euros, mientras que en Estados Unidos este gasto es de 1.850 euros por término medio.

25 Estados miembros (los 27 menos España e Italia) han decidido ir más allá y crear una patente única, sencilla y asequible válida para la UE. A raíz de esta iniciativa, la Comisión presenta dos propuestas legislativas.

El nuevo sistema de protección de la propiedad intelectual costará en la práctica 680 euros por patente, lo que abarata considerablemente los gastos. Al crear un medio más propicio a la innovación (elemento esencial de un crecimiento económico sostenible), permitirá atraer a los inversores y los investigadores y fortalecer el mercado único.

Las propuestas de la Comisión establecen
las siguientes medidas:

Una vez concedida, la patente única se validará automáticamente en los 25 Estados miembros, y así se evitarán trámites administrativos complejos y costes importantes de traducción.

Las solicitudes se podrán presentar en cualquier lengua. Deberán traducirse siempre a una de las lenguas de la Oficina (francés, inglés o alemán), pero los gastos correspondientes se devolverán al titular de la patente. A la espera de un sistema de traducción automática, se aplicarán provisionalmente unos requisitos sobre traducciones suplementarias.

Los proyectos de Reglamento se han presentado para examen al Consejo y al Parlamento. La Comisión espera que España e Italia decidan finalmente participar en la patente única europea.